Mesas llena de colorido y de una variedad de alimentos donde resaltan las Guaguas de pan, se preparan especialmente para este día. |
Una
tradición muy particular en el segundo día del mes de noviembre, es la conmemoración
de los fieles difuntos, popularmente conocida como Día de los Muertos o Día de
los Difuntos. Esta celebración cristiana, en nuestro país está matizada por una
serie de tradiciones que se vienen practicando desde hace varias generaciones.
Una de ellas es asistir a los cementerios para rezar por las almas de las
personas que ya abandonaron el mundo
terrenal; en muchas poblaciones especialmente de la sierra ecuatoriana, se
acostumbra a llevar junto a la tumba, alimentos como las guaguas de pan,
chicha, mote, cuyes y demás provisiones que se comparten con los familiares y
amigos que se encuentran en el lugar.
En la comunidad de Cadeate, se elabora el exquisito pan en hornos de barro. |
En
la costa, especialmente en las poblaciones rurales de la zona norte y sur de la
provincia de Santa Elena, la tradición se muestra diferente. En un rincón
especial de cada hogar, por la mañana de cada 2 de noviembre, se levanta una
mesa donde se colocan de igual manera todos los alimentos y bebidas que
acostumbraba a consumir la persona que pasó a mejor vida. Durante un breve
recorrido que realizamos por la población de Cadeate, la capital del pan, donde
se encuentran los mejores panes preparados en hornos de barro, constatamos que las mesas de los Difuntos,
prevalecen las guaguas de pan, arroz con moro, seco de gallina, ciruelas, uvas,
colada morada, picante de pescado, ceviche de camarón, tallarines, torta de
camote, entre otros variados platillos.
A la voz de “Ángeles
somos del cielo venimos”, cientos de personas visitan puerta a puerta las casas
de las diferentes poblaciones; los huéspedes de los domicilios los reciben con
una gran amabilidad y los invitan a compartir de las delicias de mesa y de las
guaguas de pan, como parte de una tradición que esperamos no muera con el paso
del tiempo.